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La universitaria tenía un lado oscuro y misterioso que lo atraía como un imán.
La colegiala necesitaba un lugar donde quedarse durante el fin de semana y su amiga le ofreció su apartamento, pero pronto descubrieron que no podían mantener las manos quietas.
El apartamento se convertía en el refugio de la pasión desbordante entre la hijastra y su amante.
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La estudiante se estremeció cuando sintió las manos fuertes del hombre en sus ca deras, mientras la empujaba contra la pared del apartamento.
El apartamento se convirtió en el escenario perfecto para los encuentros íntimos entre la amiga y su amante secreto.
Después de una larga noche de fiesta, él y su compañera de clases terminaron en un hotel.
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El juego de seducción entre ellos era como una llama que no podía ser apagada.
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